La Septuaginta: Historia, Formación y Su Impacto en el Cristianismo y el Judaísmo
Capítulo 1: Introducción a la Septuaginta: Historia, Contexto y Motivación para su Traducción
1.1. Origen y contexto histórico de la Septuaginta
La Septuaginta (LXX) es la primera traducción conocida de las Escrituras hebreas al griego. Su origen está profundamente ligado al contexto histórico del período helenístico, particularmente en la ciudad de Alejandría, en Egipto, donde residía una amplia comunidad de judíos de habla griega. Se estima que la traducción comenzó en el siglo III a.C., bajo el reinado de Ptolomeo II Filadelfo (284-246 a.C.), aunque el proyecto completo pudo haberse extendido por varios siglos.
El interés en la traducción de la Torá (los primeros cinco libros de Moisés) al griego fue motivado por varias razones:
Helenización de las comunidades judías: En Alejandría, una ciudad marcada por la influencia cultural griega, muchos judíos habían adoptado el griego como su lengua principal. Esto creó una necesidad de contar con las Escrituras hebreas en el idioma que hablaban y entendían.
Accesibilidad de las Escrituras: Al traducir la Torá al griego, los judíos helenísticos podían seguir participando en la vida religiosa sin perder el acceso a sus textos sagrados, especialmente porque muchos ya no hablaban hebreo ni arameo.
- Integración en la sociedad helenística: La Septuaginta también proporcionaba una oportunidad para presentar las tradiciones judías a un público más amplio dentro del mundo helenístico, facilitando el diálogo entre culturas.
1.2. La leyenda de la traducción de los Setenta
La historia tradicional sobre la traducción de la Septuaginta se encuentra en el Epístola de Aristeas, un texto de la tradición judía helenística que relata cómo 72 ancianos (seis de cada tribu de Israel) fueron convocados por el rey Ptolomeo II para traducir la Torá al griego. Según esta leyenda, los traductores trabajaron en completa concordancia, produciendo una traducción perfecta en solo 72 días.
Si bien esta narración es considerada en gran medida una leyenda, refleja el sentido de la autoridad divina y la sacralidad que se atribuía a la Septuaginta en los círculos judíos helenísticos.
1.3. El proceso de traducción y expansión de la Septuaginta
La Septuaginta comenzó con la traducción de la Torá, pero posteriormente se tradujeron otros libros de las Escrituras hebreas, incluidos los Profetas y los Escritos. Este proceso de traducción se extendió durante varios siglos, lo que explica las variaciones textuales y estilísticas que se encuentran entre los diferentes libros de la Septuaginta.
Además de los libros que se encuentran en el canon hebreo, la Septuaginta también incluye libros que no forman parte del Tanaj posterior, como Sabiduría de Salomón, Eclesiástico, Tobías, Judith, y los Libros de los Macabeos. Estos libros son conocidos en la tradición cristiana como deuterocanónicos y forman parte de la versión de la Biblia adoptada por las iglesias católica y ortodoxa.
1.4. La recepción de la Septuaginta en las comunidades judías
Durante los primeros siglos, la Septuaginta fue ampliamente aceptada por las comunidades judías, especialmente por aquellos que vivían fuera de Judea, en la Diáspora. Sin embargo, con el tiempo, la Septuaginta perdió aceptación entre los judíos rabínicos, especialmente después de la destrucción del Segundo Templo en el año 70 d.C., cuando los judíos comenzaron a consolidar el canon hebreo en el contexto de lo que sería el judaísmo rabínico.
Capítulo 2: La Septuaginta y su Uso en las Comunidades Judías Helenísticas
2.1. La vida judía en la Diáspora y el surgimiento de la Septuaginta
El surgimiento de la Septuaginta se entiende mejor en el contexto de la Diáspora judía, especialmente en ciudades como Alejandría, que contaba con una gran población judía de habla griega. En esta ciudad, los judíos se integraron en la cultura helenística mientras mantenían su identidad religiosa. Esto generó una demanda de textos sagrados en griego, ya que muchos judíos de la diáspora ya no hablaban ni leían hebreo o arameo.
2.2. La Septuaginta como herramienta litúrgica y educativa
En las sinagogas de la diáspora, la Septuaginta se convirtió en la versión estándar de las Escrituras para la lectura pública y la enseñanza religiosa. Tal como se hacía en las sinagogas de Judea, en las sinagogas de la diáspora se leían regularmente pasajes de la Torá y los Profetas. Sin embargo, a diferencia de Judea, donde estas lecturas eran en hebreo, en las sinagogas de la diáspora estas lecturas se realizaban en griego, a menudo utilizando la Septuaginta.
Esta lectura pública era fundamental, ya que la mayoría de la población era analfabeta y no tenía acceso a textos escritos. En la liturgia sinagogal, la lectura de la Torá iba acompañada de un comentario o explicación, conocido como derashá, en el que los maestros de la comunidad ofrecían interpretaciones y aplicaciones de los textos sagrados.
2.3. La importancia cultural y religiosa de la Septuaginta
La Septuaginta no solo era importante en un contexto religioso, sino también cultural. Proporcionaba a los judíos helenísticos un texto que les permitía dialogar con la cultura griega circundante. A través de la Septuaginta, las ideas y conceptos judíos podían ser discutidos y entendidos en un contexto más amplio. De hecho, algunos estudiosos creen que el propósito de la Septuaginta no era solo facilitar la práctica religiosa de los judíos helenísticos, sino también dar a conocer la fe judía al mundo griego.
Por ejemplo, los libros deuterocanónicos, como el Libro de la Sabiduría y Eclesiástico (Sirácida), muestran una influencia clara de la filosofía griega, especialmente del estoicismo y el platonismo. Estos textos no solo buscaban educar a los judíos, sino también presentar el judaísmo como una religión que podía dialogar y competir con las corrientes filosóficas del mundo helenístico.
2.4. La Septuaginta y las tensiones con el judaísmo rabínico
A medida que la Septuaginta ganaba popularidad entre los judíos de la diáspora, comenzaron a surgir tensiones con los judíos de habla hebrea que vivían en Judea y que se mantuvieron fieles al Texto Hebreo. La Septuaginta no solo era una traducción, sino que en algunos casos ofrecía interpretaciones que divergían del Texto Masorético.
Con el paso del tiempo, estas diferencias se hicieron más marcadas, y algunos rabinos comenzaron a desconfiar de la Septuaginta. Se la veía como una traducción que había sido influenciada por el pensamiento griego y que, en algunos casos, ofrecía una interpretación herética o incorrecta de las Escrituras. Un ejemplo es el uso de la palabra παρθένος (parthenos, "virgen") en Isaías 7:14 en la Septuaginta, donde el Texto Masorético usa almah (que puede significar "joven mujer"). Esta diferencia interpretativa se convirtió en un punto de tensión entre judíos y cristianos en los siglos posteriores.
2.5. Abandono progresivo de la Septuaginta por el judaísmo rabínico
A medida que el judaísmo rabínico comenzó a consolidarse después de la destrucción del Segundo Templo en el año 70 d.C., los rabinos que lideraron este proceso optaron por rechazar la Septuaginta y volver al Texto Hebreo como la única versión autorizada de las Escrituras.
Capítulo 3: La Adopción de la Septuaginta por las Comunidades Cristianas
3.1. El uso de la Septuaginta en las primeras comunidades cristianas
El cristianismo emergió dentro del judaísmo y, por tanto, las primeras comunidades cristianas estaban compuestas mayoritariamente por judíos. Estos primeros cristianos, muchos de los cuales vivían en la Diáspora, ya utilizaban la Septuaginta como su versión de las Escrituras, dado que la mayoría hablaba y entendía griego en lugar de hebreo. La Septuaginta, por tanto, se convirtió en la versión natural de las Escrituras para estos primeros seguidores de Jesús.
3.2. Citas de la Septuaginta en el Nuevo Testamento
El Nuevo Testamento está lleno de citas del Antiguo Testamento que provienen de la Septuaginta. Esto demuestra que la LXX era la versión comúnmente utilizada por los apóstoles y los primeros cristianos. Algunos ejemplos notables incluyen:
Mateo 1:23: En este versículo, Mateo cita Isaías 7:14: "He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emanuel." La palabra griega παρθένος (parthenos, "virgen") proviene de la Septuaginta. El texto hebreo usa el término almah, que puede significar simplemente "joven mujer". Este es un ejemplo clásico de cómo la Septuaginta influyó en la teología cristiana primitiva.
Hebreos 10:5-7: Este pasaje cita el Salmo 40:6-8: "Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparaste un cuerpo". La versión hebrea dice: "has abierto mis oídos", pero la Septuaginta traduce esto como "me preparaste un cuerpo", lo que apunta a la encarnación de Cristo. Esta diferencia fue crucial en la interpretación cristiana del Antiguo Testamento.
Hechos 15:16-17: En el Concilio de Jerusalén, Santiago cita Amós 9:11-12 para justificar la inclusión de los gentiles en la Iglesia. La cita que hace proviene claramente de la Septuaginta, ya que difiere del Texto Masorético, en el cual no se hace una referencia explícita a los gentiles.
3.3. La cristología en la interpretación de la Septuaginta
Una de las razones principales por las cuales las primeras comunidades cristianas utilizaron la Septuaginta fue porque encontraron en ella un fuerte soporte para la cristología (la interpretación de Jesús como el Mesías). Los primeros cristianos leían la Torá y los Profetas como una anticipación de la llegada de Jesús, el cual consideraban como el cumplimiento de las promesas que Dios había hecho a través de los patriarcas y profetas.
Isaías 53 (el Siervo Sufriente) es uno de los ejemplos más citados en el Nuevo Testamento para referirse a los sufrimientos de Cristo. Los cristianos veían en este pasaje una predicción directa de la pasión de Jesús, una interpretación facilitada por el uso de la Septuaginta.
Los Salmos también eran leídos con un enfoque cristológico. En particular, el Salmo 22, que describe el sufrimiento de una figura justa, fue interpretado como una anticipación del sufrimiento de Cristo en la cruz.
3.4. La expansión del uso de la Septuaginta a las comunidades gentiles
A medida que el cristianismo se expandió más allá de las comunidades judías y comenzó a incluir a gentiles (no judíos), la Septuaginta siguió siendo la versión preferida de las Escrituras. Esto se debió a varias razones:
Accesibilidad lingüística: Los gentiles hablaban griego, no hebreo, y la Septuaginta les permitía acceder directamente a las Escrituras en su lengua nativa. Esta fue una de las razones por las cuales la LXX fue rápidamente adoptada por las comunidades cristianas de habla griega.
Uso apostólico: Los apóstoles y los primeros líderes de la Iglesia, como Pablo, usaban la Septuaginta cuando predicaban a los gentiles. Pablo, por ejemplo, cita la Septuaginta en muchas de sus cartas, incluidas las dirigidas a iglesias gentiles, como las de Corinto, Éfeso y Tesalónica.
Cristología: Para los cristianos gentiles, la Septuaginta proporcionaba una interpretación cristológica clara y convincente de las Escrituras. Los líderes cristianos usaron la LXX para demostrar cómo Jesús era el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, lo que facilitó la aceptación del mensaje cristiano entre los gentiles.
3.5. La Septuaginta como la "Biblia" de los primeros cristianos
Durante los primeros siglos del cristianismo, la Septuaginta fue esencialmente la Biblia de las comunidades cristianas. No solo fue la versión más utilizada, sino que además incluía libros deuterocanónicos, como Tobías, Judith, y 1 y 2 Macabeos, que fueron leídos y aceptados en las iglesias cristianas. La Septuaginta seguía siendo el texto fundamental, tanto en las comunidades judías que aceptaban a Jesús como el Mesías, como en las nuevas comunidades gentiles que surgían en el mundo helenístico.
3.6. Tensiones con el judaísmo rabínico y el uso de la Septuaginta por los cristianos
A medida que el cristianismo comenzó a separarse del judaísmo, surgieron tensiones sobre el uso de la Septuaginta. Para los rabinos judíos, la Septuaginta comenzó a verse con sospecha, en parte debido a su uso por parte de los cristianos. Dado que los cristianos utilizaban la LXX para argumentar que Jesús era el Mesías prometido, los rabinos prefirieron regresar al Texto Masorético, considerado más fiel al original hebreo.
- A partir del siglo II d.C., algunos rabinos llegaron a rechazar la Septuaginta como una traducción inexacta y comenzaron a promover nuevas traducciones al griego, como las de Aquila y Teodoción, que corregían las interpretaciones consideradas problemáticas por los judíos rabínicos.
Capítulo 4: El Proceso de Canonización y la Influencia de la Septuaginta en el Cristianismo
4.1. La formación del canon cristiano y la influencia de la Septuaginta
El proceso de canonización del Antiguo Testamento cristiano fue un desarrollo progresivo que comenzó en los primeros siglos del cristianismo. Las comunidades cristianas iniciales heredaron la Septuaginta (LXX) como su versión de las Escrituras debido a su amplio uso entre los judíos helenísticos y su accesibilidad en el idioma griego, que era la lengua común del Mediterráneo oriental.
A diferencia del judaísmo rabínico, que en los siglos posteriores a la destrucción del Segundo Templo (70 d.C.) comenzó a consolidar el Texto Masorético en hebreo como su versión canónica de las Escrituras, el cristianismo primitivo mantuvo su dependencia de la Septuaginta. La razón de esto fue doble:
Uso lingüístico: La Septuaginta proporcionaba una versión en griego, lo que permitía a los primeros cristianos —especialmente a los gentiles— acceder a las Escrituras en el idioma que hablaban.
- Cristología: La Septuaginta contenía variantes textuales que favorecían las interpretaciones cristológicas de las Escrituras, lo que reforzaba la creencia de los primeros cristianos en Jesús como el Mesías.
4.2. Diferencias entre el canon cristiano y el canon judío
Una de las principales diferencias entre el canon cristiano y el canon judío radica en los libros adicionales que contiene la Septuaginta y que fueron aceptados por los primeros cristianos, pero no fueron incluidos en el canon hebreo posterior. Estos libros, conocidos como deuterocanónicos en la tradición católica y apócrifos en la tradición protestante, incluyen textos como:
- Tobías
- Judith
- Sabiduría de Salomón
- Eclesiástico (Sirácida)
- 1 y 2 Macabeos
- Baruc
- Adiciones a Ester y Daniel (como la oración de Azarías y la historia de Susana)
Estos libros fueron incluidos en la Septuaginta y, por tanto, formaron parte de las Escrituras que las comunidades cristianas leían y aceptaban como inspiradas.
4.3. El uso de los deuterocanónicos en las comunidades cristianas
Los libros deuterocanónicos desempeñaron un papel importante en la vida espiritual de las primeras comunidades cristianas. Al ser parte de la Septuaginta, estos textos eran leídos en la liturgia y citados por los Padres de la Iglesia. Muchos de estos libros ofrecían enseñanzas morales y espirituales que resonaban con la teología cristiana emergente.
Por ejemplo, el Libro de la Sabiduría, escrito en un contexto helenístico, contiene enseñanzas sobre la inmortalidad del alma y la vida después de la muerte que encajaban bien con la teología cristiana.
1 y 2 Macabeos proporcionaban ejemplos heroicos de fe y resistencia ante la persecución, lo que resultaba relevante para las primeras comunidades cristianas, que también enfrentaban persecuciones por su fe.
4.4. El Concilio de Cartago y la fijación del canon cristiano
Uno de los primeros momentos en los que el canon cristiano fue formalmente discutido fue en el Concilio de Cartago en el año 397 d.C.. En este concilio, los obispos africanos ratificaron una lista de libros del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento que incluía los libros deuterocanónicos como parte de las Escrituras.
Este fue un punto clave en la historia del canon cristiano, ya que selló la inclusión de los libros de la Septuaginta en el Antiguo Testamento cristiano. La Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa adoptaron este canon, que incluía tanto los libros protocanónicos (los aceptados en el canon hebreo) como los deuterocanónicos (los que estaban en la Septuaginta pero no en el canon hebreo).
4.5. El rechazo de la Septuaginta por el judaísmo rabínico
Mientras que el cristianismo adoptaba la Septuaginta como su texto del Antiguo Testamento, el judaísmo rabínico comenzó a distanciarse de la LXX. Como se mencionó en capítulos anteriores, las tensiones entre el uso cristiano de la Septuaginta y las tradiciones judías llevaron a una desconfianza hacia la traducción griega. Los rabinos, que veían cómo los cristianos utilizaban la Septuaginta para argumentar la mesianidad de Jesús, comenzaron a promover el uso exclusivo del Texto Hebreo (el Texto Masorético).
El judaísmo rabínico promovió nuevas traducciones al griego que corregían lo que consideraban errores en la Septuaginta. Esto incluye la traducción de Aquila, un prosélito judío del siglo II d.C., cuya versión griega fue diseñada para ser mucho más fiel al texto hebreo.
4.6. Influencia de la Septuaginta en los Padres de la Iglesia
La Septuaginta tuvo una influencia crucial en los Padres de la Iglesia, quienes la consideraban la Biblia del Antiguo Testamento. Autores como Clemente de Alejandría, Orígenes, Justino Mártir y Agustín hicieron uso de la LXX en sus escritos teológicos y homiléticos.
Justino Mártir, en su Diálogo con Trifón, defendió la Septuaginta como la versión autorizada de las Escrituras, argumentando que las profecías sobre Jesús eran más claras en la LXX que en las versiones hebreas que usaban los judíos contemporáneos.
- Orígenes creó la Hexapla, una obra monumental que contenía el texto hebreo y varias traducciones griegas, incluida la Septuaginta, lo que subraya su importancia para el estudio crítico de las Escrituras en la Iglesia primitiva.
Capítulo 5: La Transmisión de la Septuaginta a la Tradición Occidental
5.1. La preservación de la Septuaginta en los códices antiguos
5.2. El Codex Vaticanus
El Codex Vaticanus, que se conserva en la Biblioteca Vaticana, es uno de los códices más antiguos y completos que contienen la Septuaginta. Data del siglo IV d.C. y es considerado uno de los testimonios más importantes para la crítica textual del Antiguo Testamento en griego. El Vaticanus contiene casi todo el Antiguo Testamento griego, excepto algunas partes que se han perdido con el tiempo.
- Importancia crítica: El Codex Vaticanus es clave para entender la transmisión textual de la Septuaginta, ya que ofrece una versión coherente del texto griego, utilizado como base en muchas ediciones críticas modernas.
5.3. El Codex Sinaiticus
El Codex Sinaiticus, descubierto en el Monasterio de Santa Catalina en el Monte Sinaí y que actualmente se encuentra parcialmente en la Biblioteca Británica, es otro manuscrito importante del siglo IV d.C. que contiene tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento. En cuanto a la Septuaginta, el Codex Sinaiticus es especialmente valioso porque incluye gran parte del Antiguo Testamento griego, incluidos algunos de los libros deuterocanónicos.
- Conservación: Aunque no se encuentra completo, el Codex Sinaiticus ofrece una de las versiones más antiguas de la Septuaginta, lo que lo convierte en una referencia fundamental para los estudiosos de la Biblia.
5.4. El Codex Alexandrinus
El Codex Alexandrinus, que data del siglo V d.C., es otro manuscrito importante que contiene el Antiguo Testamento griego. A diferencia del Vaticanus y el Sinaiticus, el Alexandrinus incluye algunos de los libros deuterocanónicos que faltan en los otros dos códices. Se conserva en la Biblioteca Británica y ha sido una fuente crucial para el estudio de la Septuaginta y el Antiguo Testamento.
- Diferencias textuales: Aunque hay ligeras diferencias textuales entre los códices, el Codex Alexandrinus sigue siendo una de las principales fuentes para la crítica de la Septuaginta, especialmente en lo que respecta a los libros deuterocanónicos.
5.5. La difusión de la Septuaginta en Occidente
A través de estos códices, la Septuaginta fue transmitida y preservada en la tradición occidental, especialmente en la Iglesia católica. Si bien el Texto Masorético en hebreo llegó a ser el texto estándar del Antiguo Testamento en el judaísmo, la Septuaginta se mantuvo como la versión oficial del Antiguo Testamento en la mayoría de las iglesias cristianas.
Durante los primeros siglos, las traducciones de la Biblia al latín y otras lenguas europeas se hicieron a partir de la Septuaginta, no del Texto Hebreo. Esto incluye las primeras traducciones latinas anteriores a la Vulgata, la versión latina oficial de la Iglesia.
5.6. La Vulgata de Jerónimo y su relación con la Septuaginta
Un punto importante en la historia de la Septuaginta es la obra de San Jerónimo, quien en el siglo IV d.C. fue encargado de realizar una nueva traducción de la Biblia al latín. Esta obra se convertiría en la Vulgata, que llegó a ser la Biblia oficial de la Iglesia católica durante muchos siglos.
Sin embargo, a diferencia de las traducciones anteriores al latín que se basaban en la Septuaginta, Jerónimo optó por realizar su traducción del Antiguo Testamento directamente del Texto Hebreo. Aunque esto marcó una distinción entre la Vulgata y las versiones anteriores, Jerónimo mantuvo los libros deuterocanónicos en su traducción, pero los tradujo a partir de la Septuaginta.
- Tensiones con la Septuaginta: Jerónimo fue uno de los primeros en la tradición cristiana en hacer una distinción entre la Septuaginta y el Texto Hebreo, y expresó su preferencia por el texto hebreo original. Sin embargo, las iglesias occidentales continuaron utilizando la Septuaginta, especialmente para los libros deuterocanónicos.
5.7. El impacto en la crítica textual y el estudio bíblico
Los códices antiguos que contienen la Septuaginta han sido fundamentales para la crítica textual moderna. Los estudiosos han utilizado estos textos para comparar las versiones griegas con el Texto Masorético hebreo y otros manuscritos antiguos, como los Rollos del Mar Muerto. Esto ha permitido a los académicos identificar variantes textuales y diferencias de interpretación entre las tradiciones judías y cristianas.
- Influencia en la teología cristiana: La Septuaginta sigue siendo fundamental en el estudio de la teología cristiana, ya que muchas de las citas del Nuevo Testamento provienen de esta versión griega del Antiguo Testamento. Además, la Septuaginta es el texto bíblico utilizado por las Iglesias ortodoxas, lo que subraya su relevancia en las tradiciones cristianas orientales.
Capítulo 6: La Septuaginta en las Iglesias Cristianas Orientales
6.1. La centralidad de la Septuaginta en las Iglesias orientales
A diferencia de la Iglesia católica occidental, que adoptó la Vulgata latina como su versión oficial de la Biblia, las Iglesias cristianas orientales, particularmente la Iglesia ortodoxa griega y la Iglesia ortodoxa rusa, mantuvieron la Septuaginta como su versión oficial del Antiguo Testamento. Para estas iglesias, la LXX sigue siendo hasta el día de hoy la Biblia utilizada en la liturgia, la teología y los estudios bíblicos.
6.2. La Septuaginta y la liturgia ortodoxa
En la Iglesia ortodoxa, la Septuaginta es la versión bíblica que se usa en la liturgia. Durante las lecturas de las Escrituras en la liturgia, tanto en los servicios diarios como en las festividades, se recitan pasajes del Antiguo Testamento de acuerdo con el texto de la LXX. Esto incluye la Torá, los Profetas y los Salmos, que tienen un lugar destacado en la oración y el canto litúrgico.
Los Salmos en la Septuaginta: Los Salmos, que son centrales en la oración diaria de las comunidades ortodoxas, se leen según la numeración y la traducción de la Septuaginta, lo que crea una diferencia con la numeración que se encuentra en las versiones basadas en el Texto Masorético. Por ejemplo, el Salmo 23 en la Vulgata es el Salmo 22 en la Septuaginta.
Fiestas y lecturas del Antiguo Testamento: En los días festivos, las lecturas del Antiguo Testamento (principalmente de los Profetas y de la Torá) se toman de la Septuaginta. Estas lecturas se ven como prefiguraciones de los eventos cristianos, especialmente de la vida de Jesús.
6.3. La Septuaginta y los Padres de la Iglesia oriental
Los Padres de la Iglesia en el cristianismo oriental, como Clemente de Alejandría, Orígenes, San Juan Crisóstomo, San Basilio el Grande, y San Gregorio de Nisa, hicieron un uso extensivo de la Septuaginta en sus escritos teológicos y homiléticos. Para ellos, la Septuaginta no era solo una traducción, sino la versión inspirada de las Escrituras, que revelaba los misterios de Dios y anticipaba la venida de Cristo.
Orígenes y la Hexapla: Orígenes, en particular, creó la monumental Hexapla, una obra crítica que comparaba el Texto Hebreo con varias traducciones griegas, incluida la Septuaginta. Aunque reconocía que había diferencias textuales entre la LXX y el hebreo, Orígenes creía que la Septuaginta tenía un valor especial porque había sido la versión utilizada por los apóstoles y los Padres de la Iglesia.
San Juan Crisóstomo: En sus homilías sobre los Salmos y los Evangelios, San Juan Crisóstomo citaba la Septuaginta como la versión autorizada del Antiguo Testamento y usaba sus textos para enseñar sobre la vida de Cristo y la doctrina cristiana.
6.4. Diferencias textuales entre la Septuaginta y el Texto Masorético en las Iglesias orientales
Una característica notable de la Iglesia ortodoxa es su mantenimiento de la Septuaginta como la versión autorizada del Antiguo Testamento, a pesar de las diferencias textuales que existen entre la LXX y el Texto Masorético. Estas diferencias incluyen variaciones en los números (como en el relato del diluvio en Génesis) y en algunos casos palabras o frases que son completamente diferentes.
Por ejemplo:
En Isaías 7:14, donde el Texto Masorético dice que una "joven" (almah) concebirá, la Septuaginta traduce como "virgen" (παρθένος, parthenos), lo que fue fundamental para la interpretación cristológica de este pasaje como una profecía sobre el nacimiento virginal de Jesús.
En Génesis 46:27, la Septuaginta menciona 75 personas que entraron con Jacob en Egipto, mientras que el Texto Masorético menciona 70. Este número es citado por Esteban en su discurso en Hechos 7:14, lo que muestra que los autores del Nuevo Testamento usaban el texto de la LXX.
6.5. La influencia de la Septuaginta en la teología ortodoxa
La Septuaginta ha tenido una influencia duradera en la teología ortodoxa. En la teología ortodoxa oriental, la LXX se ve como un texto que prefigura a Cristo y la redención del mundo. Muchos textos de los Profetas y los Salmos en la Septuaginta son leídos como tipologías de la venida de Jesús y su obra redentora.
- Tipología cristológica: Los tipos y figuras de la Septuaginta son centrales en la hermenéutica ortodoxa. Personajes como Moisés, David, y Jonás son vistos como prefiguraciones de Cristo, y las profecías sobre el futuro de Israel se interpretan como cumplidas en la Iglesia y en la venida de Cristo.
6.6. La Septuaginta en la Iglesia ortodoxa rusa y otras tradiciones orientales
No solo la Iglesia ortodoxa griega ha mantenido la Septuaginta como su texto bíblico autorizado. También en la Iglesia ortodoxa rusa y otras Iglesias orientales (como la Iglesia ortodoxa de Serbia, la Iglesia ortodoxa copta y la Iglesia ortodoxa etíope), la Septuaginta sigue siendo la versión estándar del Antiguo Testamento.
- En la Iglesia ortodoxa rusa, la traducción bíblica utilizada durante siglos ha sido la Biblia eslava, que se basa en gran medida en la Septuaginta griega. A través de esta traducción, la teología ortodoxa rusa ha mantenido un vínculo directo con la tradición textual de los primeros siglos del cristianismo.
Capítulo 7: La Septuaginta en la Tradición Occidental y las Reformas del Siglo XVI
7.1. La Septuaginta y la Tradición Occidental hasta la Edad Media
7.2. La Vulgata y la tensión con la Septuaginta
Cuando San Jerónimo emprendió la tarea monumental de traducir la Biblia al latín a pedido del papa Dámaso, eligió basar su traducción del Antiguo Testamento en el Texto Hebreo en lugar de la Septuaginta, lo que representó un cambio notable. Jerónimo fue uno de los primeros en hacer una distinción clara entre el Texto Hebreo y la Septuaginta y expresó su preferencia por el texto hebreo como más fiel al original.
Sin embargo, aunque la Vulgata de Jerónimo fue adoptada como la Biblia oficial de la Iglesia católica, la Septuaginta no desapareció. La Iglesia occidental continuó utilizando los libros deuterocanónicos, que habían sido traducidos por Jerónimo a partir de la Septuaginta, como parte de su canon. Esto creó una situación en la que, aunque el Texto Hebreo era preferido para algunos libros del Antiguo Testamento, la Septuaginta siguió siendo relevante, especialmente para los textos que no estaban presentes en el canon hebreo.
7.3. La Reforma protestante y la crítica de la Septuaginta
Con la llegada de la Reforma protestante en el siglo XVI, la Septuaginta y los libros deuterocanónicos se convirtieron en un punto de debate crucial entre los reformadores y la Iglesia católica. Los reformadores, particularmente Martín Lutero, defendieron el uso exclusivo del Texto Hebreo para el Antiguo Testamento y rechazaron los libros deuterocanónicos porque no formaban parte del canon hebreo que los judíos habían adoptado en los siglos posteriores a la destrucción del Templo.
Lutero argumentaba que los libros incluidos en el Texto Masorético eran los auténticos libros canónicos, mientras que los deuterocanónicos no debían ser considerados al mismo nivel de autoridad. Aunque los incluyó en su traducción de la Biblia al alemán, los clasificó como apócrifos, indicando que eran útiles para la edificación pero no inspirados al mismo nivel que los otros libros.
7.4. El Concilio de Trento y la reafirmación de la Septuaginta
En respuesta a las reformas protestantes, la Iglesia católica convocó el Concilio de Trento (1545-1563), que fue un evento decisivo para la definición del canon bíblico en la tradición católica. En el Concilio de Trento, la Iglesia católica reafirmó la canonicidad de los libros deuterocanónicos, que habían sido parte de la Septuaginta y que la Iglesia primitiva y los Padres de la Iglesia habían utilizado durante siglos.
El Concilio de Trento declaró oficialmente que los libros de la Septuaginta, incluidos los deuterocanónicos, eran parte del Antiguo Testamento y que debían ser considerados inspirados y autoritarios en materia de doctrina. Esta decisión fue en parte una respuesta directa a la Reforma protestante, que había desafiado la autoridad de estos libros.
7.5. Las Biblias protestantes y el abandono de la Septuaginta
Tras el Concilio de Trento, las Biblias protestantes comenzaron a publicarse sin los libros deuterocanónicos o relegándolos a una sección separada. Esto marcó una ruptura con la tradición antigua de la Septuaginta, ya que las iglesias protestantes optaron por alinearse con el Texto Hebreo para el Antiguo Testamento.
Los reformadores también rechazaron la Septuaginta porque, en su opinión, representaba una traducción que contenía adiciones y alteraciones que no estaban presentes en el Texto Masorético. Esto consolidó la preferencia protestante por el Texto Hebreo como el canon auténtico del Antiguo Testamento, y la Septuaginta fue vista como un texto secundario o menos confiable.
7.6. El legado de la Septuaginta en la teología católica y protestante
Aunque la Iglesia católica mantuvo los libros deuterocanónicos como parte de su canon y sigue utilizando las traducciones basadas en la Septuaginta, la versión griega ha sido menos prominente en la teología y los estudios bíblicos occidentales después de la Reforma.
Catolicismo: La Iglesia católica todavía reconoce la importancia de la Septuaginta en el desarrollo de la teología patrística y en su legado litúrgico. A pesar de la preferencia por la Vulgata en la liturgia latina, la Septuaginta sigue siendo valorada en los estudios bíblicos.
Protestantismo: En la tradición protestante, la Septuaginta ha sido mayormente relegada a los estudios críticos y filológicos. No se la considera parte del canon protestante, y los libros deuterocanónicos son vistos como útiles para la historia y la edificación, pero no como inspirados.
7.7. La recuperación moderna de la Septuaginta en la crítica textual
A lo largo del siglo XX, los estudios bíblicos han redescubierto la importancia de la Septuaginta en la crítica textual y en la reconstrucción de la historia de las Escrituras. Los estudiosos han reconocido que la Septuaginta no solo ofrece una versión temprana del Antiguo Testamento, sino que también refleja el estado de los textos bíblicos en una época anterior a la consolidación del Texto Masorético.
Capítulo 8: El Impacto de la Septuaginta en la Teología y Hermenéutica Cristiana
8.1. La Septuaginta como base de la teología cristológica
8.2. Cristología en la Septuaginta: Isaías 7:14 y la profecía de la virgen
Uno de los ejemplos más famosos del impacto de la Septuaginta en la cristología es el uso de Isaías 7:14. En la Septuaginta, este versículo dice: "He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel." La palabra griega utilizada, παρθένος (parthenos), significa literalmente "virgen", y fue interpretada por los primeros cristianos como una profecía directa del nacimiento virginal de Jesús.
En contraste, el Texto Masorético hebreo usa la palabra almah, que se traduce como "joven" o "mujer joven", sin necesariamente implicar virginidad. La diferencia textual entre la Septuaginta y el Texto Masorético fue clave para el desarrollo de la teología cristiana sobre el nacimiento de Cristo. Para los primeros cristianos, la versión de la Septuaginta ofrecía un respaldo claro a la doctrina del nacimiento virginal, que es central en la fe cristiana.
8.3. La tipología mesiánica en la Septuaginta
Además de la cristología, la tipología mesiánica (la idea de que personajes y eventos del Antiguo Testamento prefiguran a Cristo) también se desarrolló significativamente gracias a la Septuaginta. La tipología es una forma de interpretación bíblica en la que se ven figuras y eventos del Antiguo Testamento como prefiguraciones o "tipos" de Cristo.
- Por ejemplo, la figura de Moisés, que liberó a Israel de la esclavitud en Egipto, fue vista como un tipo de Cristo, quien liberaría a la humanidad del pecado. Este tipo de interpretación tipológica fue fundamental para la teología cristiana, y la Septuaginta fue la versión del Antiguo Testamento que proporcionó las bases para estas lecturas.
8.4. Uso de la Septuaginta por los Padres de la Iglesia
Los Padres de la Iglesia utilizaron ampliamente la Septuaginta en sus escritos teológicos y exegéticos. Justino Mártir, Orígenes, Clemente de Alejandría, San Agustín y muchos otros Padres no solo aceptaron la Septuaginta como una traducción inspirada, sino que también la utilizaron como la base textual para desarrollar las doctrinas cristianas clave.
Justino Mártir, en su Diálogo con Trifón, defendió la Septuaginta frente a las versiones hebreas contemporáneas utilizadas por los judíos de su época, argumentando que la LXX contenía una visión más clara de las profecías mesiánicas.
Orígenes, en su monumental obra crítica Hexapla, incluyó la Septuaginta junto con el texto hebreo y otras traducciones griegas, comparando y analizando las diferencias textuales para ofrecer una lectura teológica más profunda.
8.5. San Agustín y la defensa de la Septuaginta
Uno de los defensores más influyentes de la Septuaginta fue San Agustín, quien, a diferencia de Jerónimo, creía que la LXX tenía un valor especial, no solo como traducción, sino como texto inspirado. En su obra La Ciudad de Dios, Agustín argumentaba que la Septuaginta debía ser tratada con el mismo respeto que los originales hebreos, dado que los apóstoles y los primeros cristianos habían usado esta versión.
- Para Agustín, la Septuaginta ofrecía una interpretación que revelaba aspectos de la revelación divina que no eran evidentes en el Texto Hebreo. Esta creencia en el carácter inspirado de la Septuaginta ayudó a consolidar su uso en la teología y liturgia cristiana.
8.6. La hermenéutica alegórica en la Septuaginta
Otro enfoque hermenéutico que surgió a partir del uso de la Septuaginta fue la interpretación alegórica de las Escrituras. Este método fue especialmente popular entre los Padres de la Iglesia de Alejandría, como Orígenes y Clemente de Alejandría, quienes creían que las Escrituras contenían múltiples niveles de significado, más allá del sentido literal.
Orígenes fue uno de los primeros en sistematizar la exégesis alegórica, argumentando que muchas de las historias del Antiguo Testamento contenían significados espirituales ocultos que apuntaban a las verdades cristianas. Por ejemplo, el Éxodo de Israel de Egipto fue interpretado como una alegoría de la salvación del alma humana de la esclavitud del pecado.
La Septuaginta fue el texto principal utilizado para este tipo de exégesis alegórica, y su lenguaje griego permitió a los teólogos realizar conexiones alegóricas que no eran siempre evidentes en el Texto Hebreo.
8.7. La Septuaginta en la teología medieval
Durante la Edad Media, el uso de la Septuaginta disminuyó en la tradición occidental debido a la preeminencia de la Vulgata latina, pero su influencia no desapareció por completo. Los teólogos medievales continuaron utilizando las interpretaciones de los Padres de la Iglesia, que se basaban en la Septuaginta, para desarrollar doctrinas importantes, especialmente en lo que respecta a la cristología y la tipología.
La influencia de la Septuaginta permaneció también en los escritos litúrgicos y en la teología simbólica de la época, donde los textos del Antiguo Testamento se interpretaban como prefiguraciones de los sacramentos cristianos y de la vida de Cristo.
8.8. Recuperación moderna de la Septuaginta en la teología
En los siglos XX y XXI, la Septuaginta ha experimentado una renovación de interés en los estudios bíblicos y teológicos. Con la creciente atención a la crítica textual y la arqueología bíblica, los estudiosos modernos han redescubierto la importancia de la LXX no solo como una traducción temprana, sino como una ventana a los textos y tradiciones bíblicas previas a la estandarización del Texto Masorético.
Capítulo 9: Comparaciones Textuales entre la Septuaginta y el Texto Masorético
9.1. Diferencias textuales clave entre la Septuaginta y el Texto Masorético
La Septuaginta y el Texto Masorético (TM) contienen numerosas diferencias textuales que han tenido un impacto significativo en la interpretación de las Escrituras, tanto en el judaísmo como en el cristianismo. Aunque ambos textos se derivan de tradiciones hebreas antiguas, la Septuaginta refleja una forma del texto bíblico anterior a la consolidación del TM, lo que ha llevado a diferencias en la forma en que se interpretan ciertos pasajes.
9.2. Isaías 7:14 – "La virgen" o "la joven"
Un ejemplo central de las diferencias textuales entre la Septuaginta y el Texto Masorético es Isaías 7:14. En la Septuaginta, el texto dice: "He aquí, la virgen (παρθένος, parthenos) concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel". Este versículo fue crucial en la interpretación cristiana del nacimiento virginal de Jesús, como se cita en Mateo 1:23.
En el Texto Masorético, sin embargo, el término utilizado es almah, que generalmente se traduce como "joven mujer" o "doncella", sin la implicación explícita de virginidad. La diferencia entre "virgen" y "joven" ha sido fundamental en la discusión entre judíos y cristianos en torno a la interpretación mesiánica de este pasaje.
- Impacto teológico: Para los cristianos, la Septuaginta ofrece una interpretación más clara de Isaías 7:14 como una profecía mesiánica, confirmando el nacimiento virginal de Jesús. En cambio, los intérpretes judíos prefieren la lectura del Texto Masorético, argumentando que el término almah se refiere simplemente a una joven mujer sin connotaciones milagrosas.
9.3. Génesis 4:8 – El diálogo entre Caín y Abel
Otra diferencia notable entre la Septuaginta y el Texto Masorético se encuentra en Génesis 4:8, en el relato del asesinato de Caín y Abel. En la Septuaginta, el versículo presenta a Caín hablando explícitamente con Abel antes de matarlo: "Y Caín dijo a Abel, 'Salgamos al campo.' Y cuando estaban en el campo, Caín se levantó contra Abel y lo mató."
En el Texto Masorético, sin embargo, el diálogo de Caín no aparece, y simplemente dice: "Y Caín habló con Abel su hermano. Y aconteció que estando en el campo, Caín se levantó contra Abel y lo mató." El diálogo que explica cómo Caín persuadió a Abel para salir al campo es una adición presente en la Septuaginta.
- Impacto en la narración: La adición en la LXX proporciona un detalle narrativo que enriquece la interpretación de la historia de Caín y Abel, mostrando una premeditación más clara por parte de Caín. Este pequeño cambio influye en la comprensión del relato en términos de intención y culpa.
9.4. Génesis 46:27 – Los descendientes de Jacob
En Génesis 46:27, hay otra diferencia notable. La Septuaginta afirma que 75 personas descendieron con Jacob a Egipto, mientras que el Texto Masorético menciona 70 personas. La cifra de 75 también es citada en el Nuevo Testamento, en Hechos 7:14, donde Esteban, en su discurso, dice que Jacob y su familia que fueron a Egipto eran 75 personas.
- Impacto interpretativo: Esta diferencia es significativa para el Nuevo Testamento, ya que muestra que los primeros cristianos, como Esteban, usaban la Septuaginta como su referencia bíblica. La cifra de 75 en la LXX se convirtió en la versión dominante en la tradición cristiana, mientras que el Texto Masorético mantuvo la cifra de 70.
9.5. El libro de Jeremías: Variantes de longitud
Una de las diferencias más notables entre la Septuaginta y el Texto Masorético es el Libro de Jeremías. En la Septuaginta, el libro de Jeremías es significativamente más corto que en el Texto Masorético, con alrededor de un 15% menos de texto. Además, los capítulos están organizados en un orden diferente en la LXX en comparación con el TM.
- Impacto teológico: Estas diferencias textuales no afectan tanto la teología cristiana, pero son un ejemplo importante de cómo la Septuaginta representa una versión más temprana de las Escrituras. Los estudiosos modernos creen que la versión de Jeremías en la LXX refleja un texto hebreo más antiguo, anterior a las adiciones y reordenamientos que ocurrieron en la tradición del Texto Masorético.
9.6. Salmo 22:16 – "Me han horadado las manos y los pies"
En el Salmo 22:16, que en la tradición cristiana se interpreta como una profecía del sufrimiento de Cristo, la Septuaginta dice: "Me han horadado las manos y los pies." Este versículo es citado en el contexto de la crucifixión de Jesús, particularmente en el relato de Juan 19:37.
En el Texto Masorético, el versículo no contiene la palabra "horadado". En su lugar, dice: "Como un león están mis manos y mis pies."
- Impacto cristológico: La diferencia textual entre la Septuaginta y el Texto Masorético es fundamental para la cristología. En la Septuaginta, el versículo parece hacer una referencia directa a la crucifixión, lo que reforzó su uso por los primeros cristianos para describir el sufrimiento de Cristo. La versión del TM, en cambio, se aleja de esa interpretación, lo que ha llevado a debates sobre la traducción más adecuada.
9.7. Daniel 3 – El Cántico de los Tres Jóvenes
El libro de Daniel en la Septuaginta contiene una serie de adiciones que no están presentes en el Texto Masorético, incluidas secciones como el Cántico de los Tres Jóvenes en el horno ardiente. Este pasaje extendido, que describe el canto de alabanza de los tres jóvenes a Dios mientras son protegidos del fuego, es una adición significativa que se encuentra en la LXX y no en el TM.
- Impacto litúrgico: En las tradiciones católica y ortodoxa, este cántico se ha convertido en parte de la liturgia y se recita durante ciertos servicios religiosos. La inclusión de este y otros pasajes adicionales ha contribuido a la riqueza litúrgica y teológica de las tradiciones que siguen utilizando la Septuaginta.
9.8. Conclusión: El legado de las diferencias textuales
Las diferencias textuales entre la Septuaginta y el Texto Masorético han tenido un impacto duradero en la forma en que las Escrituras han sido interpretadas y utilizadas por las tradiciones judía y cristiana. Para el judaísmo rabínico, el Texto Masorético es la versión canónica de las Escrituras, mientras que para los cristianos, la Septuaginta ha sido crucial para la cristología y otras doctrinas clave.
Capítulo 10: La Septuaginta y los Manuscritos del Mar Muerto
10.1. Los manuscritos del Mar Muerto y su impacto en los estudios bíblicos
El descubrimiento de los manuscritos del Mar Muerto en Qumrán, a mediados del siglo XX, revolucionó el campo de los estudios bíblicos. Estos textos, que datan de entre el siglo III a.C. y el siglo I d.C., incluyen fragmentos de casi todos los libros del Antiguo Testamento, así como textos apócrifos y sectarios de la comunidad judía que habitaba en Qumrán. Los manuscritos han proporcionado una visión invaluable de las versiones antiguas de las Escrituras hebreas y cómo circulaban antes de la estandarización del Texto Masorético.
10.2. La relación entre la Septuaginta y los textos de Qumrán
Varios estudiosos han demostrado que algunos de los manuscritos hebreos encontrados en Qumrán muestran similitudes con el texto de la Septuaginta más que con el Texto Masorético. Esto sugiere que la Septuaginta no era simplemente una traducción libre del texto hebreo, sino que estaba basada en una familia textual diferente que coexistía con otras versiones del texto bíblico en el período del Segundo Templo.
10.3. El ejemplo del Libro de Jeremías
Uno de los ejemplos más claros de la conexión entre la Septuaginta y los manuscritos del Mar Muerto es el Libro de Jeremías. Como se mencionó en capítulos anteriores, la versión de Jeremías en la Septuaginta es más corta y tiene un orden diferente al del Texto Masorético. Los estudiosos han descubierto que algunos de los fragmentos de Jeremías hallados en Qumrán se parecen más a la Septuaginta que al Texto Masorético, lo que sugiere que la LXX se basó en una versión hebrea antigua que circulaba en ese tiempo.
- Manuscrito 4QJer(b) de Qumrán: Este manuscrito del Libro de Jeremías es más corto y sigue un orden similar al de la Septuaginta, confirmando que esta traducción griega refleja una tradición textual distinta que coexistía con la que más tarde se consolidaría en el Texto Masorético.
10.4. El Libro de Deuteronomio y las variantes textuales
Otro libro significativo es Deuteronomio, que aparece en varios fragmentos de Qumrán y también en la Septuaginta. Algunas versiones del Deuteronomio en Qumrán tienen adiciones y omisiones que concuerdan con la LXX, lo que refuerza la idea de que las variantes textuales reflejadas en la Septuaginta no fueron invenciones de los traductores griegos, sino que ya estaban presentes en los textos hebreos disponibles en ese momento.
Por ejemplo, en Deuteronomio 32:43, la Septuaginta tiene una adición significativa en el Cántico de Moisés que no aparece en el Texto Masorético. Sin embargo, los manuscritos de Qumrán contienen una versión del mismo pasaje que incluye las adiciones que se encuentran en la LXX, lo que demuestra que ambas versiones, la hebrea y la griega, compartían una tradición textual común.
10.5. Los Salmos y sus variantes
Los Salmos son otro conjunto de textos que muestran variaciones significativas entre la Septuaginta, el Texto Masorético y los manuscritos de Qumrán. Los Salmos en Qumrán, aunque están más cerca del Texto Masorético, también presentan algunas diferencias notables que sugieren que existían versiones alternativas del texto en circulación.
En particular, los Salmos 151 y otros salmos apócrifos que aparecen en la Septuaginta no están presentes en el Texto Masorético, pero se han encontrado fragmentos de estos salmos adicionales en los manuscritos de Qumrán. Esto sugiere que la Septuaginta conservó textos que eran considerados parte del repertorio sagrado en algunas comunidades judías, pero que posteriormente fueron excluidos del canon hebreo.
10.6. La relevancia del hallazgo de fragmentos griegos en Qumrán
Además de los manuscritos hebreos, los arqueólogos han descubierto fragmentos griegos de las Escrituras en Qumrán, lo que muestra que algunas comunidades judías en la región también estaban utilizando la Septuaginta o una versión griega de los textos sagrados. Esto es particularmente relevante porque confirma que la LXX no solo era utilizada en la Diáspora judía, sino también en algunas comunidades dentro de Palestina.
Uno de los fragmentos más importantes es un texto griego de Levítico, que parece ser parte de la Septuaginta. Este hallazgo ha sido clave para entender cómo algunas comunidades judías en el período del Segundo Templo estaban ya bilingües, utilizando tanto el hebreo como el griego en sus prácticas religiosas y litúrgicas.
10.7. La coexistencia de tradiciones textuales múltiples
Los descubrimientos en Qumrán han proporcionado evidencia clara de que existían múltiples tradiciones textuales en la antigua Palestina. No había una sola versión estandarizada de las Escrituras hebreas en este período, y la Septuaginta refleja una de esas tradiciones, que fue preservada en el mundo helenístico.
Esto refuerza la idea de que la Septuaginta no debe ser vista simplemente como una traducción griega, sino como un testigo de una tradición textual hebrea que tenía autoridad en ciertos contextos judíos. La eventual estandarización del Texto Masorético no debe interpretarse como la única versión autorizada de las Escrituras, sino como una de las muchas que existieron antes de su consolidación.
10.8. Conclusión: La Septuaginta y los manuscritos de Qumrán en la crítica textual moderna
Los manuscritos del Mar Muerto han transformado la forma en que los estudiosos ven la Septuaginta y su relación con las Escrituras hebreas. En lugar de considerar la Septuaginta como una traducción libre o secundaria, los hallazgos en Qumrán sugieren que la LXX refleja una tradición textual válida y antigua que coexistía con otras versiones hebreas de los textos sagrados.
Capítulo 11: La Septuaginta y las Primeras Traducciones al Latín y Otros Idiomas
11.1. La influencia de la Septuaginta en las primeras traducciones bíblicas
11.2. La Vetus Latina: La primera traducción al latín
Antes de la creación de la Vulgata de San Jerónimo, existía una serie de traducciones al latín del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, conocidas como la Vetus Latina. Estas traducciones latinas tempranas se basaron principalmente en la Septuaginta, ya que el griego era el idioma en el que se había transmitido el Antiguo Testamento a las comunidades cristianas de habla latina.
Uso litúrgico: La Vetus Latina fue utilizada ampliamente en las comunidades cristianas occidentales antes de que San Jerónimo emprendiera la tarea de traducir la Vulgata. Estas versiones latinas tempranas muestran la dependencia continua de la Septuaginta como fuente del Antiguo Testamento en el occidente cristiano.
Diferencias con la Vulgata: Aunque las traducciones de la Vetus Latina se basaban en la LXX, contenían muchas variaciones y, a menudo, eran consideradas inexactas o poco consistentes. La Vulgata de Jerónimo buscaba corregir estas inconsistencias y, en algunos casos, prefería el Texto Hebreo, lo que creó tensiones entre las versiones basadas en la Septuaginta y las que se alineaban con el Texto Masorético.
11.3. La Vulgata y la transición hacia el Texto Hebreo
El proyecto de San Jerónimo para la Vulgata (finalizado alrededor del año 405 d.C.) fue una iniciativa para crear una traducción oficial y coherente de la Biblia al latín. Jerónimo, aunque respetaba la Septuaginta, optó por basar su traducción del Antiguo Testamento principalmente en el Texto Hebreo disponible en su tiempo, argumentando que debía recurrirse al original hebreo en lugar de una traducción griega.
- Adopción de la Vulgata: Con el tiempo, la Vulgata se convirtió en la versión oficial de la Biblia en la Iglesia occidental, aunque mantuvo los libros deuterocanónicos que estaban presentes en la Septuaginta, traduciéndolos a partir del griego. Esta decisión de Jerónimo fue significativa, ya que introdujo una tensión en la tradición occidental entre las versiones basadas en la LXX y el Texto Hebreo.
11.4. La Septuaginta y las traducciones coptas
Otra traducción importante fue la del copto, la lengua egipcia escrita con caracteres griegos. El cristianismo se había extendido rápidamente en Egipto, y la Septuaginta fue la versión del Antiguo Testamento utilizada por las comunidades cristianas locales.
Dialecto sahídico: Las primeras traducciones de la Biblia al copto se realizaron en el dialecto sahídico, que era el principal dialecto del alto Egipto. Estas traducciones se basaron en gran medida en la Septuaginta y tuvieron un impacto significativo en el desarrollo del cristianismo copto.
Dialecto bohaírico: Con el tiempo, las traducciones al dialecto bohaírico (del bajo Egipto) también utilizaron la Septuaginta como base textual. La influencia de la LXX en estas versiones coptas reflejó la importancia del texto griego para las comunidades cristianas de Egipto.
11.5. La traducción gótica: La Biblia de Wulfila
En el siglo IV d.C., el obispo Wulfila emprendió la tarea de traducir la Biblia al idioma gótico para los pueblos godos que habían adoptado el cristianismo. Su traducción del Antiguo Testamento se basó en la Septuaginta, siguiendo la tradición de la Iglesia oriental, que había sido responsable de la evangelización de los godos.
- Impacto misionero: La traducción gótica fue una de las primeras en llevar la Biblia a los pueblos germánicos. Aunque fragmentos de esta traducción sobreviven hoy en día, su influencia fue clave en la expansión del cristianismo en el norte de Europa.
11.6. La Biblia eslava y la influencia de la Septuaginta
Durante la evangelización de los pueblos eslavos en el siglo IX d.C., los santos Cirílo y Metodio tradujeron la Biblia al eslavo eclesiástico, el idioma litúrgico utilizado en las Iglesias ortodoxas eslavas. La Septuaginta fue la base principal para esta traducción, lo que asegura que las Iglesias ortodoxas eslavas mantuvieran su vínculo con la tradición textual de la LXX.
- Permanencia de la LXX en las Iglesias eslavas: Incluso hoy, las Iglesias ortodoxas eslavas consideran la Septuaginta como la versión más autoritativa del Antiguo Testamento, una práctica heredada de la traducción de Cirílo y Metodio.
11.7. La expansión de la Septuaginta en otras lenguas orientales
Además de las traducciones coptas, góticas y eslavas, la Septuaginta también fue la base de las traducciones de la Biblia a otras lenguas orientales, como el siríaco, el etíope y el georgiano. Estas traducciones ayudaron a expandir el cristianismo en las regiones del Cáucaso y el Cuerno de África, y mantuvieron el legado de la Septuaginta como la versión central del Antiguo Testamento.
El siríaco y la Peshitta: Aunque la Peshitta (la versión siríaca de la Biblia) se basó principalmente en el Texto Hebreo, también muestra la influencia de la Septuaginta en algunas de sus traducciones y variantes textuales, especialmente en los libros deuterocanónicos.
El georgiano y el etíope: Las comunidades cristianas de Georgia y Etiopía también utilizaron traducciones basadas en la Septuaginta. En Etiopía, la Biblia etíope incluye varios libros apócrifos que solo se encuentran en la LXX, lo que demuestra la influencia duradera del texto griego en las comunidades cristianas del Cuerno de África.
11.8. Conclusión: La Septuaginta como vehículo de la expansión del cristianismo
Capítulo 12: El Legado de la Septuaginta en el Cristianismo Contemporáneo
12.1. La Septuaginta en la Iglesia ortodoxa contemporánea
El legado de la Septuaginta en el cristianismo contemporáneo es particularmente fuerte en la Iglesia ortodoxa, que sigue considerando la LXX como la versión oficial del Antiguo Testamento. En las tradiciones ortodoxas, tanto griegas como eslavas, la Septuaginta es central en la liturgia, la teología y los estudios bíblicos.
Uso litúrgico: La Iglesia ortodoxa griega y otras Iglesias ortodoxas siguen utilizando la Septuaginta en las lecturas litúrgicas. Los Salmos, en particular, se leen según la versión de la LXX durante los servicios religiosos. El uso de la Septuaginta en la liturgia ortodoxa ha mantenido su relevancia a lo largo de los siglos.
- Teología ortodoxa: Teólogos ortodoxos contemporáneos siguen interpretando las Escrituras basándose en la Septuaginta, manteniendo la tradición que se remonta a los Padres de la Iglesia. La teología ortodoxa, especialmente en el ámbito de la Cristología y la tipología mesiánica, se ha nutrido de la versión griega del Antiguo Testamento.
12.2. El lugar de la Septuaginta en la Iglesia católica
Aunque la Iglesia católica adoptó la Vulgata como su traducción oficial en la tradición occidental, el legado de la Septuaginta sigue siendo importante dentro del catolicismo. Los libros deuterocanónicos, que son parte integral de la LXX, continúan formando parte del canon bíblico de la Iglesia católica, como se reafirmó en el Concilio de Trento en el siglo XVI.
Influencia en la teología: Los textos de la Septuaginta, especialmente los libros deuterocanónicos, siguen influyendo en la teología católica, la espiritualidad y la liturgia. Aunque la mayoría de las traducciones modernas de la Biblia en la Iglesia católica se basan en el Texto Hebreo y el Texto Masorético, los libros que solo se encuentran en la Septuaginta continúan siendo estudiados y venerados.
Estudios bíblicos católicos: En el ámbito académico, los estudiosos católicos siguen considerando la Septuaginta como una fuente valiosa para la crítica textual y la comprensión de las Escrituras. Las diferencias entre la LXX y el Texto Masorético son reconocidas como significativas para la historia de la transmisión textual y para la interpretación cristiana de los textos del Antiguo Testamento.
12.3. La Septuaginta en el protestantismo
En las tradiciones protestantes, la Septuaginta ha tenido una presencia menos prominente, especialmente después de la Reforma, cuando los reformadores, como Martín Lutero, rechazaron los libros deuterocanónicos y defendieron el uso exclusivo del Texto Hebreo para el Antiguo Testamento. Sin embargo, en la exégesis académica protestante, la Septuaginta ha ganado una mayor relevancia en el contexto de los estudios bíblicos modernos.
Protestantismo académico: En el siglo XX, los estudios bíblicos protestantes comenzaron a redescubrir el valor de la Septuaginta para la crítica textual y la reconstrucción de los textos bíblicos más antiguos. Las ediciones críticas modernas, como la Septuaginta de Göttingen, han sido fundamentales para este proceso, y los eruditos protestantes han hecho contribuciones importantes en este campo.
Estudios patrísticos: El redescubrimiento de los Padres de la Iglesia y su uso de la Septuaginta también ha influido en la hermenéutica protestante contemporánea. A través del estudio de la teología patrística, algunos teólogos protestantes han comenzado a reconsiderar la importancia de la Septuaginta en la tradición cristiana primitiva.
12.4. La relevancia de la Septuaginta en los estudios bíblicos modernos
En los estudios bíblicos contemporáneos, la Septuaginta ha adquirido una nueva importancia como una herramienta crítica para entender la transmisión textual de la Biblia y las diferentes versiones de los textos antiguos. La LXX ofrece una ventana única a una tradición textual que a menudo es anterior a la estandarización del Texto Masorético.
Crítica textual: Los estudiosos de la crítica textual utilizan la Septuaginta para comparar variantes con el Texto Masorético y otros manuscritos antiguos, como los Rollos del Mar Muerto. Esta comparación ha permitido una mejor comprensión de cómo se desarrollaron los textos bíblicos y qué variantes existían en el período del Segundo Templo.
Ediciones críticas: Ediciones académicas modernas de la Septuaginta, como la mencionada Septuaginta de Göttingen, ofrecen una versión cuidadosamente revisada del texto griego, permitiendo a los estudiosos trabajar con una fuente confiable. Estas ediciones críticas han proporcionado un recurso esencial para los estudios de historia bíblica, teología y crítica textual.
12.5. La Septuaginta y el diálogo interreligioso
En el contexto del diálogo interreligioso, especialmente entre judíos y cristianos, la Septuaginta sigue siendo un punto de interés. La LXX muestra cómo los judíos helenísticos del período del Segundo Templo entendían y traducían sus textos sagrados, lo que ofrece una perspectiva invaluable para comprender las diferencias en la interpretación de las Escrituras entre el judaísmo y el cristianismo.
- Estudios sobre la Septuaginta en el judaísmo: Algunos estudiosos judíos también han comenzado a interesarse en la Septuaginta como una fuente importante para entender el judaísmo helenístico y las variantes textuales que existieron antes de la consolidación del Texto Masorético. Aunque la Septuaginta fue rechazada por los rabinos, sigue siendo una fuente clave para estudiar la historia textual de la Biblia hebrea.
12.6. El futuro de la Septuaginta en la teología y la exégesis
A medida que los estudios sobre la Septuaginta continúan avanzando, es probable que su influencia en la teología y la exégesis bíblica siga creciendo. En un mundo cada vez más interconectado, donde el diálogo entre tradiciones cristianas y académicas es cada vez más común, la Septuaginta sigue siendo un punto de encuentro entre el mundo antiguo y las lecturas contemporáneas de las Escrituras.
- Teología patrística renovada: El renovado interés en los Padres de la Iglesia y en las primeras tradiciones cristianas probablemente hará que la Septuaginta continúe siendo relevante para las futuras generaciones de teólogos y académicos. La LXX ofrece un vínculo directo con los primeros siglos del cristianismo y sigue siendo esencial para comprender la teología cristológica y la tipología mesiánica.
12.7. Conclusión: Un legado duradero
El legado de la Septuaginta es vasto y profundo. No solo fue la primera gran traducción de las Escrituras hebreas, sino que también se convirtió en la Biblia para las primeras comunidades cristianas, influyendo en la teología, la liturgia y la exégesis bíblica a lo largo de los siglos. Su impacto se extiende desde las tradiciones ortodoxas que la utilizan hasta los estudiosos modernos que siguen descubriendo sus secretos textuales.
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