El Don Incómodo: Una Historia de las Críticas al Hablar en Lenguas
Estimada comunidad de Ciencia Bíblica, bienvenidos a una nueva entrega de nuestra serie de investigación. Después de haber explorado la historia, la teología, la expansión global y hasta la recepción científica de la glosolalia, nos adentramos ahora en un territorio igualmente fascinante y a menudo conflictivo. Este artículo no se centrará en el fenómeno en sí, sino en la genealogía de las críticas: un análisis de cómo se han construido y transformado los discursos críticos que lo han acompañado como un don incómodo y disruptivo.
Argumentaremos que la glosolalia funciona como un fenómeno que transgrede fronteras —entre razón y emoción, orden y espontaneidad—, generando una serie de sospechas recurrentes a lo largo de la historia. Estas críticas se articulan en dos grandes ejes que analizaremos: las disputas teológicas dentro del propio cristianismo y las sospechas socioculturales desde fuera de la comunidad de fe, continuando así nuestro análisis desde el artículo anterior sobre el eco del fenómeno en la cultura popular.
Índice de Contenidos
Para visualizar estos dos grandes ejes de la crítica a lo largo del tiempo, he preparado una tabla sinóptica que nos servirá de mapa conceptual a lo largo de este estudio.
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| Tabla sinóptica que resume las críticas teológicas y socioculturales a la glosolalia a lo largo de la historia. | 
La Crítica Interna: El Discernimiento desde Pablo hasta los Padres de la Iglesia
Paradójicamente, la primera crítica a la glosolalia no provino de sus detractores externos, sino de su principal defensor teológico: el apóstol Pablo. En su carta a la vibrante pero caótica comunidad de Corinto, Pablo se vio forzado a confrontar los usos problemáticos del don, no para anularlo, sino para reordenarlo pastoralmente. Su extensa regulación en 1 Corintios 12–14 es, en sí misma, una crítica, no al don en sí, sino a su uso desordenado y elitista que lo había transformado en un símbolo de estatus. En Corinto, la glosolalia se había convertido en una fuente de orgullo, practicada de forma competitiva y sin interpretación, lo que generaba confusión y excluía a los no iniciados.
La respuesta de Pablo es un ejemplo paradigmático de teología pastoral: no prohíbe el don, pero lo resitúa radicalmente. Al subordinarlo a la inteligibilidad y, sobre todo, al amor (agápē) como "el camino más excelente", Pablo establece los primeros y más duraderos criterios de discernimiento. Su argumento se centra en la palabra griega oikodomē, la "edificación" o construcción de la comunidad: un carisma es auténtico solo si contribuye al bien común.
Esta tensión inicial evolucionó hacia lo que podríamos llamar una "crítica por silencio" en la literatura patrística. La progresiva desaparición de la glosolalia en los escritos de los Padres no implica necesariamente un rechazo consciente, sino que refleja un profundo cambio en las prioridades teológicas y litúrgicas de una Iglesia en plena consolidación institucional, especialmente tras la era constantiniana. En un contexto donde la autoridad se concentraba cada vez más en el episcopado, el canon de la Escritura y la sucesión apostólica, las manifestaciones espontáneas se volvieron sospechosas. El montanismo fue la confirmación de este peligro, no solo por sus éxtasis, sino porque reclamaba una autoridad profética paralela que desafiaba directamente a la estructura episcopal, un conflicto que 
Esto creaba dos sistemas de poder paralelos y en competencia:
- La Autoridad Oficial: La de los obispos, que se basaba en ser los sucesores de los apóstoles y los guardianes de la tradición y las Escrituras. 
- La Autoridad Montanista: La de sus profetas, que se basaba en la revelación directa y continua del Espíritu Santo. 
Por lo tanto, el montanismo fue la prueba definitiva de que las manifestaciones carismáticas espontáneas podían usarse para desafiar y socavar la estructura de mando que la Iglesia estaba intentando consolidar. Era una lucha por el control: la autoridad organizada de los obispos contra la autoridad impredecible de la profecía directa.
Figuras como Juan Crisóstomo, en sus Homilías sobre 1 Corintios, la consignaron al pasado apostólico. De manera aún más influyente, Agustín de Hipona, aunque matizó su postura en obras como De civitate Dei al reconocer milagros contemporáneos, consolidó la idea de que los dones-señal ya no eran normativos. Ambos representan la cristalización de una teología cesacionista en las tradiciones griega y latina, una postura que funcionó como una eficaz barrera contra cualquier resurgimiento, asociándolo con el exceso emocional o la herejía.
El Rechazo Doctrinal: Cesacionismo y el Temor al "Entusiasmo" en la Reforma
La sospecha patrística hacia las revelaciones no mediadas por la estructura eclesial reapareció y se sistematizó en la Reforma Protestante, en un nuevo contexto marcado por la centralidad de la Escritura y la reacción contra los movimientos radicales.
Juan Calvino, tanto en sus Comentarios a 1 Corintios como en su Institución de la Religión Cristiana, sentó las bases teológicas para lo que más tarde se conocería como "cesacionismo". Su argumento era que los dones extraordinarios o "señales" (signa), como las lenguas, tenían un propósito temporal: autenticar el mensaje de los apóstoles en la era fundacional. Una vez completado el canon y establecida la Iglesia, su función había terminado. Para Calvino, esto no implicaba una ausencia del Espíritu, sino un cambio en su modo de obrar: ahora se manifestaba a través de los medios ordinarios de gracia. Así, la glosolalia era vista no como demoníaca, sino como propia de la etapa fundacional de la Iglesia, ya no necesaria en su madurez.
Si Calvino ofreció una crítica teológica serena, Martín Lutero combatió con ferocidad lo que él denominaba Schwärmerei ("fanatismo" o "entusiasmo"). Este término lo usaba para referirse a los "espiritualistas" (Schwärmer), y abarcaba toda pretensión de revelación directa del Espíritu al margen de la Palabra externa y objetiva de la Escritura. En su lucha contra figuras como Andreas Karlstadt y Thomas Müntzer, a quienes veía como una amenaza no solo teológica sino también política y social, Lutero consideraba que la fe se basaba en la promesa de Dios anclada en la Biblia, no en sentimientos internos. En este marco, aunque Lutero no atacó explícitamente la glosolalia, esta podía ser interpretada como una manifestación paradigmática del Schwärmerei: el epítome de la subjetividad religiosa descontrolada y una amenaza directa a la autoridad única y suficiente de las Escrituras (Sola Scriptura).
La Polémica Moderna: Cesacionismo vs. Continuidad en el Evangelicalismo
Aunque el cesacionismo fue la postura mayoritaria en el protestantismo histórico, siempre existieron corrientes minoritarias que afirmaban la continuidad de los dones, como algunos grupos pietistas y movimientos de avivamiento. Sin embargo, fue la irrupción global del pentecostalismo a principios del siglo XX lo que reavivó el debate con una intensidad sin precedentes dentro del evangelicalismo, creando una profunda división que persiste hasta hoy.
Por un lado, se consolidó la crítica cesacionista moderna, cuya figura más influyente es, sin duda, John MacArthur. A lo largo de varias décadas, ha sostenido una crítica sistemática y severa, desde su obra Charismatic Chaos (1991) hasta la conferencia y el libro Strange Fire (2013). Su argumento, expresado en un lenguaje contundente, es que el fenómeno pentecostal no es una restauración de los dones bíblicos, sino, en sus propias palabras, una "manifestación aberrante". Para MacArthur, la glosolalia moderna no solo carece de conexión con el don del Nuevo Testamento, sino que constituye una falsificación peligrosa que, al promover el emocionalismo sobre la sana doctrina y abrir la puerta a revelaciones subjetivas, socava el principio de la suficiencia de la Escritura (Sola Scriptura).
Por otro lado, la defensa de la continuidad de los dones ha venido de eruditos del más alto nivel académico, como Gordon Fee y Craig Keener, quienes representan lo que podríamos llamar un "continuacionismo crítico". En obras de referencia como el comentario de Fee a 1 Corintios o los estudios de Keener en Miracles y Gift and Giver, defienden vigorosamente la validez de los dones hoy. Sin embargo, su trabajo no es una apología acrítica. Gran parte de su esfuerzo se ha centrado en un discernimiento interno, retomando la preocupación paulina por el orden. Ven en 1 Corintios 12-14 un modelo normativo: los dones no deben extinguirse, pero sí ejercerse bajo los criterios del amor, la inteligibilidad y la edificación. Denuncian la espectacularización y la trivialización de la glosolalia, insistiendo en la regulación pastoral y la interpretación.
La polémica, por tanto, ya no es solo entre detractores y defensores. El debate interno que lideran figuras como Fee y Keener refleja la maduración del movimiento pentecostal-carismático, que ya no se define únicamente frente a sus críticos externos, sino que busca activamente autorregularse y legitimarse académica y pastoralmente, debatiendo sobre el uso y abuso del don incómodo.
La Mirada Externa: Sospechas de Irracionalidad, Manipulación y Atraso
Mientras el debate teológico se centraba en la legitimidad bíblica de la glosolalia, en el ámbito secular surgía una crítica paralela, anclada no en la exégesis, sino en la sociología y en la percepción de las élites culturales. Aunque los sociólogos clásicos como Weber y Durkheim no estudiaron el pentecostalismo —un movimiento que aún no existía—, sus categorías analíticas han sido aplicadas retrospectivamente y se han vuelto herramientas indispensables para interpretar la persistente estigmatización del "hablar en lenguas".
Desde la perspectiva de Max Weber, el carisma es una fuerza "extraordinaria" y revolucionaria, pero inherentemente inestable y sujeta a "rutinización". En su esquema, la glosolalia sería un ejemplo de carisma puro que, para sobrevivir, tiende a institucionalizarse o desaparecer. Dentro de la lógica del "desencantamiento del mundo", la crítica secular a menudo interpreta la glosolalia como un vestigio de una religiosidad "primitiva" y pre-racional que choca con las lógicas de la modernidad, aunque contrasta fuertemente con los complejos hallazgos del 
Utilizando el marco del sociólogo Pierre Bourdieu, la crítica se vuelve más sofisticada. Para Bourdieu, el "capital simbólico" es un principio de legitimidad reconocido dentro de un campo específico (como el religioso). Así, mientras que desde dentro de la comunidad la glosolalia funciona como una fuente de autoridad legítima, la crítica externa la reinterpreta como un mero mecanismo de manipulación, donde líderes carismáticos explotarían la necesidad de reconocimiento de grupos desfavorecidos.
El análisis de la socióloga Cecília Mariz sobre el pentecostalismo en Brasil (Coping with Poverty, 1994) es, en este sentido, más equilibrado: documenta tanto la estigmatización por parte de las élites como la función positiva y empoderadora que estas prácticas cumplen en contextos de pobreza. En contraste, el sociólogo Harvey Cox (Fire from Heaven, 1995) ofrece un contrapunto a la crítica secular, interpretando el pentecostalismo como una "rebelión contra la palabra" y una recuperación de lo corporal y lo emocional, respondiendo a una necesidad de espiritualidad primordial desatendida.
Estas sospechas se han cristalizado en controversias contemporáneas. La crítica más severa hoy vincula la glosolalia con la Teología de la Prosperidad; aunque la historiadora Kate Bowler (Blessed, 2013) analiza su compleja lógica interna, la crítica externa a menudo la reduce a una simple explotación de los vulnerables. A nivel global, la expansión del pentecostalismo ha generado acusaciones de imperialismo cultural, una crítica proveniente de estudios de globalización religiosa que, sin embargo, es matizada por la abundante evidencia de apropiaciones locales creativas. Finalmente, la visibilidad mediática ha alimentado la percepción de que la glosolalia puede ser una herramienta de abuso y manipulación psicológica, una acusación frecuente en medios y literatura crítica, aunque la investigación empírica muestra una gran diversidad de experiencias. En el panorama global actual, las críticas a la glosolalia se han entrelazado con controversias más amplias que dominan el debate público sobre el pentecostalismo, un movimiento cuya 
Conclusión: La Glosolalia como Laboratorio de Poder Religioso
Nuestro recorrido por la genealogía de las críticas a la glosolalia nos deja ante una conclusión ineludible: su historia es inseparable de la persistente sospecha que genera. Este análisis demuestra que la glosolalia funciona como un fenómeno incómodo porque transgrede fronteras fundamentales, no solo sociales sino también epistemológicas, que sostienen el orden moderno: la frontera entre la razón y la emoción, entre el orden eclesial y la espontaneidad carismática, y entre el discurso articulado y la vocalización extática.
Las críticas recurrentes revelan que la verdadera disputa se centra en lo que este acto representa: una forma de autoridad espiritual que reclama un acceso directo a lo divino, cuestionando así la necesidad de mediadores institucionales. Al hacerlo, desafía implícitamente el control de las instituciones —sean estas la jerarquía eclesiástica o las élites culturales— y de las normas que regulan la expresión religiosa legítima.
La persistencia de estas controversias confirma que la glosolalia sigue funcionando como un poderoso "laboratorio de poder religioso"; no en el sentido de un experimento controlado, sino como un espacio donde se visibilizan y disputan dinámicas de autoridad carismática y legitimidad dentro del campo religioso. En última instancia, se revela no como un fenómeno marginal, sino como un prisma privilegiado a través del cual podemos observar la tensión irresuelta entre lo carismático y lo institucional, lo extático y lo normativo, una tensión que define gran parte de la historia del cristianismo.
Este mapa de las críticas y controversias ofrece una perspectiva fundamental para una comprensión completa del fenómeno. Para aquellos que deseen revisitar las bases de nuestra investigación, les invito a volver a nuestra 
Lecturas Recomendadas para Profundizar
Para aquellos que deseen explorar con mayor profundidad el fascinante campo de las controversias religiosas y las críticas al pentecostalismo, les recomiendo sinceramente algunas obras clave:
- MacArthur, John. (1991). Charismatic Chaos. Aunque es un texto polémico y no un estudio académico neutral, es la obra de referencia para comprender la argumentación de la crítica cesacionista moderna desde una de sus voces más influyentes. 
- Bowler, Kate. (2013). Blessed: A History of the American Prosperity Gospel. Un estudio histórico-sociológico imprescindible que, aunque no se centra en la glosolalia, ilumina el trasfondo de muchas críticas contemporáneas al analizar la genealogía de la Teología de la Prosperidad. 
- Cox, Harvey. (1995). Fire from Heaven: The Rise of Pentecostal Spirituality and the Reshaping of Religion in the Twenty-first Century. Una obra clásica, tanto descriptiva como interpretativa, que ha sido muy influyente en la legitimación académica del pentecostalismo al explicarlo como una respuesta a una necesidad espiritual desatendida por la modernidad. 
- Martin, David. (1990). Tongues of Fire: The Explosion of Protestantism in Latin America. El estudio pionero que cambió la forma de entender el pentecostalismo en el Sur Global. Su influyente tesis sobre el movimiento como una fuerza de modernización social ha sido fundamental, aunque también debatida. 
Espero que estas pistas les sean de utilidad en su propio camino de estudio. Recuerden que la investigación seria es un diálogo constante con las fuentes y con otros investigadores.
Agradezco de corazón su tiempo y su confianza al acompañarme en este análisis de las disputas y controversias, un terreno a menudo espinoso pero indispensable para una comprensión completa del fenómeno. Hemos visto cómo una sola práctica puede convertirse en el epicentro de profundos debates sobre autoridad, poder y legitimidad. Recuerden que no exploran estas complejidades en un espacio huérfano; mi compromiso como investigador es constante. Si desean saber más sobre mi proyecto general y mi trayectoria, pueden visitar la sección Quién Soy. Sus comentarios, dudas o aportes son, como siempre, el alma de esta comunidad. ¡Sigamos descubriendo juntos!
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